Tengo personas favoritas, y eso no es ningún secreto.
Soy muy de hacerme fan de gente, muy yonki de lo que me gusta; y a veces me da la sensación de que cada día mojo a una groupie en el café y me la desayuno.
Y me refiero a profanos.
Soy admiradora incondicional de gente que de una u otra manera ha pasado por mi vida y me ha transmitido cosas.
Es muy posible que hable con ellos casi a diario. O que haga años que no les veo.
Soy tan incondicional como inconstante a ojos inexpertos.
Pero quien sabe mirarme... ¡Oh, quien conoce mis dos claves y media no duda que tengo nombres en los labios para casi cada escenario!
Soy una persona de afectos casi fijos. Y nostálgicos. Si te he querido en el pasado, a no ser que me jodas, es raro que no te siga queriendo.
Por eso me llevo también grandes decepciones, porque para mí el tiempo es del todo relativo y no se me pasan los amores. Sé que a mucha gente sí.
Lo acepto, aunque no lo entienda.
Pero he de confesaros una cosa: Si estáis aquí, si de vez en cuando os pasáis por aquí y me leéis... Me gustáis.