sábado, 12 de abril de 2014

Respiro casi tranquila.
Aspiro el momento, hinchando el pecho y llenando mis ojos de aire.

Alguien que no eres tú ha dicho las palabras mágicas.
La fórmula secreta.

Alguien que no eres tú y que no conoce mis debilidades... y por tanto, no sabe que ha pellizcado mi talón de Aquiles.

Y aunque se me ha movido algo dentro, nadie lo sabe. Sólo yo.
Y no tengo que pensar si ha habido intencionalidad en su discurso.

La vida, a veces, es más fácil. Y sólo somos nosotros los que nos empeñamos en viciarla.

Y he temblado un poco, y te he pensado. No mucho.
Sólo un momento, porque ya ni me acordaba de cómo sonabas al pronunciarla.
Y hasta me ha hecho ilusión. No acordarme de ti, sino lo poco, cuantitativamente hablando, que te he recordado.
Bueno, escucharte en mis oídos también, pero es algo que no te diré jamás.

Y lo que me sigue sorprendiendo es la capacidad que tenemos para re-sentir, para re-descubrir; para que un detalle despierte algo que estaba dormido, un recuerdo olvidado.

Creo que esto es lo que yo entiendo de lo que decía Shakespeare "We are such stuff as dreams are made on, and our little life is rounded with a sleep".

O algo así.

No hay comentarios:

Publicar un comentario