martes, 21 de enero de 2014

Rumbo precipitado

Empieza a llover y elijo el camino más largo.

No puedo evitar que me guste la lluvia, ni que en cuanto empiezo a mojarme, mis pies tomen el rumbo que más dista de mi destino.
Porque me gusta sentir como el agua fría cae por mi mente, como me empapa el pelo, el cuerpo, y me lleva, inexcusablemente al pasado.

Porque la lluvia es pretérito siempre, es recuerdo, es nostalgia.
Como las estaciones de tren.
Como las canciones que se te olvidan.
Como los besos que no has dado.


4 comentarios:

  1. ¡Enhorabuena! Todo es empezar...

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  2. Qué intriga tener un comentario anónimo... Antes que nada, gracias, seas quien seas, por leerme y perder tu tiempo en escribir. Y gracias, también, por tu enhorabuena, si tienes a bien aclararme por qué me la das... estaré pendiente para dejar de hacer cábalas. En todos los sentidos ;)

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    1. Primero enhorabuena por decidirte y segundo porque me ha gustado. Soy Ana y no me gustan los anónimos pero no he sido capaz de hacer el comentario de ninguna otra manera. Un beso y a seguir

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    2. ¡Muchas gracias Ana! Me imaginaba que eras tú... pero por si acaso... ;)
      ¡Sigo, sigo!

      Un beso grande!!

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